sábado, 25 de julio de 2015

El caso de las chinas que se hacían las suecas

(Antes que nada ¡Muchas gracias por la acogida que tuvo el blog! Intentaré actualizarlo una o dos veces por semana, aunque aún no tengo muy claro qué días.)

Esto sucedió en Septiembre de 2014. Os pongo en situación. Llego a mi puesto sobre las 14:00, veo unas maletas en consigna y le pregunto a mi compañera: 

- ¿Y esas maletas? 
+ De unas chinas, las del Estudio 2. Han venido corriendo han dejado las maletas y se han ido. Tienes que darles las llaves y las maletas. El check-in tampoco está hecho. 
- Ah, bien. ¿saben que cerramos a las 20:30 recepción, no? 
+ Si si, claro. 
- Perfecto. 

PERFECTO no era precisamente la palabra más adecuada ese día. Conforme van pasando las horas van llegando los clientes que me quedan y por fin todos están en casa tempranito y sin mucho jaleo. Pero esas maletas seguían ahí. 


Llaman al timbre varias veces y todas preguntando por la terraza. "A las 19:00 las llamo para recordarles que cerramos a las 20:30". Pasan las 18:00 y las 18:30, no aparecen. Son las 19:00. "Venga va Pedro, que se note que tienes el control". 

- Hello? 
+ Eehhh
- Hello? 
+ Ehhh
- HELLO!?
+ Oh. Yes. Hi. Hi. 
- Yes, Hi. This is Pedro from reception. I just want to ask you if you already know that reception closes at 20:30 and I need to give you your luggage and your keys. 
+ Yes. Yes. Keys. 
- Yes. Keys and Luggage. ok? 
+ Yes. Yes. Keys. Yes. 
- Ooookay bye. 


Peeeerfecto. Las tenía controladas. Pero son las 19:30. Las 20:00. Y no aparecen. 


Empiezo a desesperarme un poco. Las 20:10. Venga Pedro, llámalas otra vez. 

- Hello?!
+ Ole! Arsa! (palmas, palmas, palmas, más palmas) Aaayy (cante jondo) Aaaayyy (más cante aún más jondo)
- No me lo puedo creer.... HELLO!?!?!?!?
+ Hi?!
- HELLO THIS IS... 
+ OLEEE ARSSAAA AYYY AYY (palmas, muchas palmas)
- HELLOS THIS IS PEDRO AGAIN. 
+ YES. 
- YES. DO YOUR HEAR ME? 
+ YES.
- YES. YOUR KEYS AND LUGGAGE. REMEMBER?
+ YES. 
- ARE YOU COMING? 
+ YES. 
- BUT RIGH NOW PLEASE RECEPTION CLOSES IN 20 MINUTES. 
+ YES. 
- (respiro...) Yes. Ok. See you. 

Pero eran las 20:15. Las 20:20. Las 20:25. 


Me estaba acordando de toda su familia amigos patria y Asia entera. "LAS VUELVO A LLAMAR. CON DOS COJONES."

- (oigo palmas. cante jondo. palmas. algún ole.)YES?!
+ (respira. Pedro. respira) YES. SI . YES. THIS IS PEDRO FROM RECEPTION. 
- YES. (Aquí es cuando me doy cuenta que no se enteraban de nada y que lo único que sabían decir era YES). 
+ Reception is going to close in 5 minutes. Please come to pick up your keys and the luggage. 
- YES!!! 
+ NO. YES NO. LUGGAGE AND KEYS. COME. NOW. TAXI. NO FLAMENCO. TAXI. 

(Cuelgan) 


"Pedro, insiste o te vas a ir de aquí a medianoche"

- YES!! YES!! WE ARE COMING!!! WE ARE IN THE TAXI NOW!!
+ OK!!! THANK-YOU!!! (Me tragué un bitch para mí). 

Aparecen a las 21:00 en recepción. Yo con todo ya apagado. Y me vienen corriendo. 

- SORRY SORRY. 
+ YES! 

Total, que les hago el check-in lo más amable servicial y rápido que puedo. Y cuando se van me dicen que las acompañe por favor que no saben donde es su apartamento. Y como soy tonto o demasiado bueno, no sé, las decido acompañar y CARGAR CON SUS MALETAS. Sí. De camino se me paran para hacerse fotos en la catedral. DIOS DAME PACIENCIA PORQUE COMO ME DES FUERZAS...


Una vez llegan a su apartamento. Me dan las THANK YOU y SORRY unas 40 veces más pero eso sí, propina la vio mi tía Paquita la de Burgos, porque yo llegué cerca de las 10 a mi casa y con más hambre que el perro de un ciego. 

Ay, señores, lo que tenemos que aguantar. 

jueves, 16 de julio de 2015

El caso del padre de familia hindú que me tiró la caña.

Esta historia podría herir la sensibilidad de algunas personas. Ale, avisados quedáis.

Todo comenzó una calurosa tarde de abril, cuando me senté en mi puesto de trabajo, dispuesto a meter algunas reservas que quedaban pendientes, cuando baja a recepción una pareja hindú muy amables a tomar café. Me saludaron y empezaron a preguntarme cosas muy típicas con ese acento hindú tan peculiar que les caracteriza: sitios para cenar, qué visitar, cuándo es mejor visitar la catedral, a qué hora está el sol arriba del todo, hacia donde sopla el viento... en fin, lo típico.

Muy amables se despidieron y me estrecharon la mano (qué majos). Al poco vuelve el marido y me sigue preguntando otro par de cosas típicas: mi nombre, de dónde soy, cuánto tiempo llevo viviendo en mi ciudad... lo normal. Me dice que no sabe cómo funciona la lavadora (ahí es cuando mentalmente tengo que buscar cuál de los 8 tipos de lavadoras hay en su apartamento y cómo funciona). Le respondo. Me da las gracias. Me da la mano. Se mete en recepción. (O Dios. Tierra, trágame, o a él. Me da igual). Me acaricia la espalda (Pedro haz algo). Me da un beso en la mejilla (¡¿PERO QUÉ?!).



- Now you.
- (WHAT THE FUCKING HELL MAN?!?!?!) Eh...
- C'mon! Here... (se señala la mejilla).
- (VENGA PEDRO, IMAGINA QUE ES TU TITO, NO PASA NADA. NO.PASA.NADA.) je je... si claro. (Beso).

Ale, adiós. Por favor vete. Pero no. Me sigue acariciando la espalda sonriente. Yo lo evito. Lo esquivo. Rezo a Alá, Buda, Jesús, Ganesha, Beyoncé, y todos los dioses y diosas habidos y por haber. Alguno me escuchó por que se fue, muy sonriente.

Pedro respira que ya pas... Dios ahí vuelve.



Se apoya en el mostrador, me mira, me sonríe y me pregunta:

- JAU ORD AR YU? (How old are you?, es para que os imaginéis un poco su acento).
- 24.
- Ah... good... (Y se fue)

Se fue, para no volver, yo, quiero decir, porque durante su estancia yo no estuve ahí en recepción por petición propia. Lo curioso es que era una pareja heterosexual (aparentemente) con dos niñas.

Todo esto igual os puede parecer gracioso, divertido, anecdótico. ¿pero qué hubiera pasado si en vez de ser yo llega a ser una chica? Ah, eso tiene un nombre.

No es la primera vez que me sucede algo parecido... ya os contaré el resto.

El caso de la señora pobre con iPhone.

El otro día recibí una reserva para febrero de 2016. Sí, hay gente que puede planificarse sus vacaciones con 7 meses de antelación. Según las condiciones del establecimiento en el que trabajo, se le hará un cargo del 50% en el momento de efectuar la reserva para confirmarsela y comprobar así que la tarjeta es válida y no nos quedemos con los pies colgando y una habitación sin vender. 

El caso es que al día siguiente recibo su cancelación: 

"¡Qué abuso es este! Bla bla bla ¡Cargar a mi tarjeta de crédito sin mi consentimiento! bla bla bla ¡7 meses antes de mi llegada! bla bla bla ¡He reservado en muchos hoteles en Booking y es la primera vez que me pasa! bla bla bla ¡Quiero mi dinero! bla bla bla ¡DUDO QUE ASÍ TENGAN CLIENTES!"



Bueno, vale, señora, tranquila. Primero, ¿alguien se molesta en leer las condiciones del hotel que reserva? Digo yo, por casualidad, ¿eh?, no sé, para saber qué reserva y tal. Yo, con muchísima educación le contesté algo parecido a lo que sigue: 

"Sentimos mucho el malentendido, según nuestras condiciones en la página por la que ha reservado se le cargará el 50% ahora y el resto lo pagará a su llegada durante el Check In. Puede que sea la primera vez que le pasa, pero cada hotel tiene su política de reserva y cancelación, y la nuestra es así. ¡Ah! En cuanto a lo de los clientes, de momento sí, y la mayoría muy satisfechos: un 8'6 de media en la página web por la que ha reservado lo certifican. Que tenga una buena semana."



Se abrió al veda.

"Entiendo que su política de reservas y cancelación sea esa, pero mi política familiar no me permite desembolsar esa cantidad de dinero 7 meses antes. bla bla bla. Tal y como está la situación económica en nuestro país no creo que sea lo más acertado por vuestra parte. bla bla bla. No soy un banco ni una financiera. bla bla bla. Es que es un abuso lo vuestro. bla bla bla. 

ENVIADO DESDE MI iPHONE"



Imaginaos mi cara al ver lo último. Que no tenía dinero para pagar la mitad de la reserva que ella misma había hecho, que nadie le había obligado a escogernos, que lo decidió ella... pero eso sí, con su iPhone. Pues nada señora, esperemos que encuentre otro establecimiento que se adecue a sus condiciones... 

Supongo que será cosa de prioridades. ¿no? 

Hola me llamo Pedro, ¿En qué puedo ayudarle?

No me preguntéis cómo ni por qué, pero acabé trabajando detrás de una recepción. ¡Un año ha pasado ya! Y no sabéis la de cosas que me han podido pasar en un año...

A priori, ser recepcionista de hotel está bien: conoces gente, haces poco, es un trabajo tranqu... Bueno va, os voy a decir la verdad: la gente se olvida de ti, trabajas más que el dentista de Ronaldo (vale, esta es vieja, pero no se me ocurría otra), los fines de semana dejan de tener sentido, cuando tengo tiempo, mis amigos no lo tienen y cuando mis amigos lo tienen yo no lo tengo, los horarios son un poco confusos, y sobretodo, SOBRE-TODO, es de todo menos tranquilo.

Eso sí, también tiene otras muchas cosas buenas, sino no seguiría aquí.

Hoy creo este blog para contaros algunas de las anécdotas que me han ido pasando, que me pasan y que estoy seguro me seguirán pasando detrás de ese mostrador que es mi recepción.

Al fin y al cabo soy... un recepcionista más.