domingo, 23 de agosto de 2015

El caso del hombre solitario que venía de turismo gay

Esta anécdota es un poco curiosa a la vez que espeluznante. Fue una calurosa tarde de septiembre, a penas llevaba mes y algo trabajando de recepcionista cuando me llega un cliente, de mediana edad, algo entrado en carnes, con dos maletas tremendamente grandes. Se me planta en recepción:

- I have a reservation (Tengo una reserva)
- Ooooook! I need a passport.

Y cuando vi de quien se trataba y que su apartamento no estaba aún listo le dije que le podía guardar las maletas hasta que estuviera listo, a eso de las 15:00. Hasta aquí todo bien, tranquilo guay, hasta que la cosa se puso un poco tensa.

(La conversación, como la mayoría de las veces, fue en inglés, pero la traduciré).

- ¿Es su primera vez en Sevilla?
+ Sí.
- Estupendo, voy a darle un map...
+ ¿Dónde está la sauna gay?


Y claro, ahora entiendanme. Yo escuché sauna y escuché gay, pero no estaba seguro si había oído lo que creía que había oído. 

- Perdone señor, ¿una sauna? 
+ Sí. 
- Pues... aquí en Sevilla no conozco ninguna sauna así...
+ Es muy famosa... 
- ¿Una sauna? Hay unos baños árabes muy chulis...
+ No no, una sauna. 
- Déjeme mirar...

Y ya me pongo yo en mi ordenador y tecleo "Sauna Sevilla", a ver si es que hay una sauna super famosísima en mi ciudad y no me he enterado. Y lo primero que me aparece es: 


Y les parecerá una tontería, pero yo me encontraba en un pequeño apuro, por un lado no quería preguntarle al señor si se refería a una sauna gay, por si se pudiera ofender (¡Qué se yo!). Así que tragué saliva (por favor, no malinterpretéis nada) y seguí la conversación: 

- Aquí me aparece una sauna...
+ ...si...
- ....famosa...
+ ....si....
- ....gay. 
+ Sí. Esa. 


- Pues me aparece que está... (busco en el mapa) calle...  (no aparece en el mapa) vaya, lo siento, pero el mapa que tenemos sólo es de Sevilla Centro y esto está un poco alejado. 
+ Ah no no, pues entonces tiene que haber otra sauna gay, esa no es. La que yo busco está en el centro. 
- Pues señor no le puedo ayudar... (Ese día en "Cómo indicar turismo sexual" en clase falté)
+ ¿Y un bar gay? 



(Definitivamente este chico sabía a lo que venía)
- Pues sí, mire, aquí cerca hay muchos, está tal, tal, tal...
+ Pues iré allí que seguro que saben donde está la sauna gay.


- Ooook. 

Total. Me lo quité de en medio. O eso pensé... hasta que volvió. 

- Esta son sus llaves. bla bla bla. Este es su wifi y su contraseña. bla bla bla. 
+ Gracias Pedro. 
- You're welcome :) 

Seguí yo con mis quehaceres cuando de repente vuelve. 

---------------------ROUND 1 --------------------------

+ Pedro, ¿no tendrás un adaptador? 
- Sí claro aquí tiene... 
+ Por cierto, ¿tu eres de por aquí? 
- Sí sí. Ahí tiene gracias. 
+ Vale vale, gracias. 

... Ay señor...

------------------ROUND 2------------------------------

+ Uff Pedro hace mucha calor en la habitación (sí, sale sin camiseta a recepción)

- Puede poner el aire, Señor. 
+ Ya pero no funciona, ¿me ayudas? 
- Es muy fácil... tiene que...
+ Ya pero no va. 
- Que sí hombre, mire, pulse tal y tal. 
+ Vale... probaré... 

-----------------ROUND 3-----------------

+ Pedro no me va el Wifi. (seguía sin camiseta)
- ¿Ha probado a meter la contraseña? 
+ Pero no funciona. 
- Pruebe en mayúsuclas. 
+ ¿Me ayudas? 
(Venga Pedro, así te lo quitas de encima)
- Claro.
(Vamos a su apartamento. Pedro, deja la puerta abierta. El hombre se me tumba en el sofá, sin camiseta. y rascándose los cataplines mientras yo estoy mirando lo más rápido que puedo la señal del wifi... y consigo conectar. A la primera.)


+ ¿Y cuántos años tienes? 
- 23.
+ ¿Y has nacido aquí? 
- No, bueno, tengo que irme, si necesita algo más llame al XXXX.
+ Gracias Pedro, muy amable. 


Fue la última vez que lo vi, gracias a Dios. Acto seguido llamé a mi compañera y le conté lo que sucedía. Me dijo que recogiera y me fuera de allí. Después se lo conté a mis jefes y bueno... se lo tomaron con humor pero entendieron que durante la estancia de este señor no quisiera estar allí. 

Puede que todo sea en tono de humor y que todo sean risas, (yo soy el primero que me rio) Pero vuelvo a repetir que si esta situación, los protagonistas fueran diferentes, la cosa se pondría muy fea y muy seria. Pero ¡Ay señor! ¡Yo que voy a hacer! Si sólo soy un recepcionista más...